Si todavía no has tocado la arena mágica, también conocida como arena kinética o arena cinética, te aguarda una fabulosa experiencia sensorial.
Todavía recuerdo cuando les preparé a mis pequeños una provocación de juego que incluía arena mágica. Cuando la tocaron por primera vez, sus caras rezumaban sorpresa y excitación a partes iguales: ¿Es arena de la playa? ¿o es plastilina? Pero no es ni una cosa ni la otra.
De hecho, la mejor arena mágica, la de la marca Kinetic Sand, la define en su página web como la arena formada por un 98% de arena y un 2% de magia. Y justo es ese 2% de magia el que hará que tanto tú como tus hijos e hijas no podáis dejar de apretujarla. ¡Te he avisado!
¿Qué es la arena kinética?
Esta misteriosa arena que parece que esté mojada, pero que nunca se seca, es en realidad arena, en un 98%, y un ingrediente que le da ese toque mágico: un polímero de aceite de silicona conocido como polidimetilsiloxano.
Este aceite es el que se encarga de hacerla tan especial y darle esas propiedades tan asombrosas:
- Hace que esta arena de modelar no se seque.
- Consigue que no manche: a diferencia de la arena, que ensucia las manos y la ropa, esta no deja apenas rastro. Y sí, si cae al suelo se recoge fácilmente con la mano.
- Provoca un movimiento lento en la arena muy espectacular… Hazme caso, toma una porción de arena y dájala fluir por la mano. ¿Verdad que resulta espectacular y muy relajante?
Por tanto, la arena mágica es una arena muy suave y elástica con la que podrás moldear tanto con tus manos como con objetos. Está hecha con ingredientes naturales y no es tóxica.
Lo cierto es que esta descripción, podría servir igualmente para la plastilina Play-doh, ¿verdad? Y es que en realidad ambos productos son similares, pero al mismo tiempo diferentes, porque esa capacidad que tiene la arena mágica para ser arena y producto moldeable a la vez, no la tiene la plastilina.
Y eso es lo que hace que la arena kinética sea tan especial y tan interesante como actividad de motricidad fina y juego sensorial.
Si todavía no tienes arena mágica en casa, es posible que te cueste un poquito elegir por dónde empezar, porque la oferta de productos es amplísima.
En nuestro caso, empezamos comprando una bolsa de un kilo de la marca Kinetic Sand (la marcar original, creada en Suecia) para probar a ver qué tal, porque los peques eran bastante pequeños y vi que tenía un precio asequible. Además, ya contábamos con algunas herramientas para modelar. Posteriormente hemos ido ampliando con los sets de construcción, ya que no podíamos montar castillos tan chulos con los moldes que teníamos.
Mi idea es incorporar estas Navidades el set Sandwhirlz para que experimenten con las mezclas, extrusiones, formas, etc.
¿Qué arena mágica comprar?
¿Cómo se usa la arena cinética?
La arena mágica es un fantástico juego sensorial. Como ya hemos comentado tiene una textura muy agradable y relajante que permite ser modelada de forma muy sencilla. Es similar a la arena mojada de la playa, pero con la ventaja de que es mucho más fácil de moldear y, lo mejor de todo, nunca se seca. Eso sí, mantenla en un recipiente cerrado cuando no la estéis utilizando. Es la mejor manera de conservar todas sus propiedades.
Por tanto, las posibilidades de juego con esta arena son infinitas y estoy segura de que, a medida que vayáis experimentando con ella, os surgirán muchísimas nuevas ideas.
Rellenar moldes: en nuestro caso, la arena causó un gran furor y su mayor diversión era rellenar los moldes de animales, vehículos, letras, etc. que teníamos por casa. Así como con la plastilina les resultaba más difícil rellenar completamente los moldes y extraer las figuras, con la arena mágica les resultaba facilísimo.
Hacer pasteles: dado que existe arena de diferentes colores, resulta muy divertido utilizar moldes de muffins o cortadores de galletas para crear pastelitos coloridos con vistosos adornos. Sí, hay que asumirlo, los colores se mezclan y se pierde la gracia inicial, pero resulta fantástico ver el resultado.
Esconder letras y tesoros: si tienes una buena cantidad de arena, resulta muy entretenido esconder letras translúcidas y objetos entre la arena y pedirles que los busquen y formen los nombres con las letras que van encontrando.
Huellas, sellos, letras y formas: una buena capa de arena bien aplanada se puede convertir en un fabuloso lienzo sobre el que escribir letras, marcar las huellas de los animales o hacer dibujos con diferentes formas. Muy entretenido.
Juegos de construcción: sin duda alguna, es el juego estrella en casa: vehículos (tractores, camiones, grúas…), señales de tráfico, moldes para hacer ladrillos y mucha arena. No falla: horas y horas para construir algún edificio o castillo con multitud de detalles.
¿Cómo hacer arena mágica?
En casa hemos probado varias recetas de arena mágica y, aunque el resultado no supera el del producto original, nos ha dado buenos resultados y ha sido una experiencia muy enriquecedora.
La receta es muy sencilla:
- 2,5 tazas de arena fina
- 1,5 tazas de maizena
- 1/5 tazas de aceite
- Colorante
Primero, añade la maizena a la arena y remueve hasta que queden ambas bien mezcladas. Después, añade el aceite junto al colorante y mezcla con las manos hasta que todos los ingredientes queden bien ligados, sin grumos. Y ya está. ¡Qué empiece el juego!
Arena kinética: edad recomendada
Como en todos los juguetes que contienen piezas pequeñas, la edad recomendada para la arena mágica es 3 años. Eso no quita que los menores de 3 no la vayan a disfrutar, claro que sí. Lo que pasa es que las precauciones se han de extremar mucho.
Y no, la arena kinética no es tóxica, pero hay que evitar que los niños se la lleven a la boca.
Por tanto, los menores de 3 años pueden jugar con arena kinética bajo supervisión y a partir de 3 años, momento en que la van a disfrutar muchísimo porque ya tienen más destreza para crear y modelar, pues a disfrutarla hasta que ellos quieran.
Seguramente será mucho tiempo, porque construir castillos con arena es algo que nos gusta a todos, papás y mamás incluidos.
Atención, si tenéis mascotas, tendréis que extremar las precauciones también, porque es peligroso que la puedan ingerir.
¡Feliz juego!